CUARTO OSCURO

Con el mar en mis pupilas

Por: Rigoberto Hernández Guevara, 20-02-2018 .

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Qué bonita cruzas por el mar en mis pupilas, eres aleteo de ave, resbalas por los filos de la playa y abandonas el azul para entrar a mi tierra.

Qué bonita te ves debajo del cielo abierto a tus párpados, sedando los momentos, doblando palmeras que se dejan llevar. Porqueasí es como te quedas en mis palabras, para que en el ámbito de su competencia mis palabras te lean.

Y te pienso. Muy cerca de aquí. Donde hay un estrado con cantantes comunitarios que cantan volcanes, arrojan pétalos y sacan de adentro el aire de las canciones.

Si yo te viera cuando no te veo, cuando no estás en mis ojos moviéndome, haciéndome ligero y fuerte, piedra y agua, lozanía y textura de aguacero. Qué bien es que te quiero como te veo.

Toma este deseo que tuve, el sueño en que vive, la locura que no se cura, el ambiente de mi semblante perdido en tu memoria, recuperado en el fondo del mar con una cuerda hecha de mis dedos.

Déjame dar la vuelta a la plazoleta rota de una esquina, entrar a la tienda por una paleta, en las veces cuando me veas, cuando me sientas, te doy un corazón dulce, una esfera de aire flotando en la calle.

Otra vez te digo que te quiero, no soy un poeta tan grande si lo digo, pero sé que escribo poemas en una tira de lirio, en el agua de un lago. Con el mismo cariño, distiendo el arroz de tu amor en mi mano y bebo el vino de tus labios.

Qué bonita si miras, si escuchas, si ves salir el color de una azucena, si detienes los pasos, si te quedas dormida. Bajo elcaparazón de un día, la nube se entretiene en su sombra, cada resguardo es pensamiento, cada saber de ti es un filamento de pistilos amarillos, cruce de caminos.

Desde el puente adapto la expedición de mi ceguera y recojo del viento tu voz, dejo pasar el agua, trago vida de un ave y pongo una canción de baile. En el taburete, sin esfuerzo descansa el poema apretando los dientes. Quien te quiera, dice, que te quiera.

Bonita, en cualquier parte te miran las anémonas que simulan mis manos, en la curva de los días sacas del agua la melancolía y un reflejo de voz sale de su escondite.

En esta parte del mundo no hay nadie como tú andando por la vida. Sólo sé que te quiero. La otra vez he pensado mucho en ti que amanecí adolorido. Las veces que te pienso no son fáciles de explicar en un texto deshilachado si es que lloviera.

Sobre tus ojos las pestañas escriben, las cejas cazan mis ojos, tu pelo echó raíces en mí, y mis pensamientos en ti bonita. Muero en ti muchas veces, cada que se requiere. Muero de nuevo si quiero…ahorita.

NOS VIMOS

Tus comentarios ayudarán a tus amigos y a otras personas a conocer más sobre esta noticia.