Algo pasa, sucede o acontece en la mayoría de los ayuntamientos de Tamaulipas pues nunca como ahora se habían quedado sin dinero según una entrevista celebrada con un buen número de contadores y tesoreros municipales al grado que tienen temor a presentarse en sus oficinas, aparte que prácticamente es nula la obra pública y sin embargo sostienen una gran cantidad de funcionarios públicos que casi, casi, ya ni se presentan a laborar, razón por la cual la mayoría de las oficinas generalmente permanecen cerradas al público y no tanto porque así lo prefieran sino más bien porque no hay capital disponible y cuando mucho lo que logran es mantener limpia la plaza principal, el panteón, algunas calles y el edificio público.

De ahí pal” real nada de nada.

Los partidos políticos andan en el mismo tenor pues sus directivos tienen miedo pararse por ellas ante un buen número de militantes que solo les ven caras de billetudos, y la verdad, salvo el PAN que por hoy es el “pesudo mayor”, se encierra dentro de sus edificios y “codencia” cuando no en los domicilios particulares de sus dirigentes.

En fin algo está pasando en Tamaulipas.

Por supuesto un cambio de gobierno trae consigo sus peros y sus contras pero repito porque no hay obras?

Bueno con decirles que pueblos chicos como Llera no han recibido la presencia de los servidores públicos como sucedía antes.

Pues mire usted ayer visitamos las oficinas centrales del Sindicato Estatal de los burócratas y parece mentira los trabajadores ya no se paran por ahí, vimos unas oficinas desoladas y sin movimiento alguno salvo los que ahí trabajan a diario.

Es más muchos trabajadores están siendo despedidos.

Por lo tanto no pienso sino que creo que el cambio de mando estatal los afectó bastante cuando antes no era así.

En fin sea por Dios.

Carambas ayer regresando de la ciudad capital vimos una carretera sola, raro eran los vehículos que transitaban, autobuses muy pocos, gente esperando el bos ninguna.

Cuestionamos ¿Qué pasa?

La respuesta fue la misma:

No hay dinero.

Los hospitales y centro de salud por el mismo tenor, quedándonos la impresión de que nadie se quiere enfermar.

Lo peor de todo es que no hay trabajo.

La gente se queja.

Por ejemplo, repito, el señor Reynaldo Rodríguez Montoya, del ejido Escobedo, nos preguntaba él porqué todo esto.

La respuesta fue: El gobierno nos tiene abandonados.

Y conste que hablo del gobierno federal aunque el gobierno estatal navega sin dinero.

Es más los alcaldes tocan puertas en el Distrito Federal pero se encuentran con lo mismo.

En fin esperemos regresen los buenos tiempos, porque hoy andamos rete mal.

HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE