LLERA………. SIEMPRE ES NOTICIA

EL KIOSCO

Por: OTHON VILLARREAL GUZMAN, 15-10-2018 .

Hoy quisimos traer al recuerdo parte de la historia de la mitad del siglo pasado cuando
era muy común morirse en un pleito de cantina, en un baile, una boda o en las calles del
pueblo de mis mayores al grado que la gente decía que el festejo “no había valido
madres porque no hubo de perdido un muertito”, pero antes de entrar en detalles
permítanme hacer un paréntesis en esta tribuna para dar a conocer la fatal noticia del
fallecimiento del Señor Cesar Werth acaecido el día de ayer en Llera de Canales, Tamaulipas, en
casa de su hija Liliana a la edad de ochenta y un años. Fue un excelente mecánico-electricista.
Su cuerpo se encuentra en el velatorio de esta ciudad de donde partirá a su última morada
para ser entregado a la madre tierra en el panteón municipal del pueblo de mis mayores.
Descanse en paz don Cesar y que El Señor lo tenga en su santo reino en tanto que para toda
la familia les deseamos un rápida reconciliación cristiana. Así sea.
Por otra parte permítanme hacer atenta invitación al ayuntamiento del pueblo de mis
mayores, sobre todo a la Dirección de Obras Publicas y Edificios Públicos, para que tenga
a bien darle una manita de gato al techo del kiosco de dos plantas que se ubica en la plaza
“Miguel Hidalgo”.
A propósito el kiosco de referencia fue construido si mal no recuerdo durante el gobierno
Municipal de don Manuel Gutiérrez Palacios al fallecer su titular el coronel Eladio Castro pero
antes era una rotonda de doce metros de diámetro donde se realizaban aquellos alegres y
concurridos bailes con clarinete, violin, guitarra y tambora a donde acudían las principales
familias de la mitad del siglo pasado a disfrutar de una raspa o sabrosa bebida de cola.
Entonces y si mal no recuerdo existían en la plaza de aquel entonces alrededor de ocho
puestos de madera regenteados por sus propios dueños y donde los artículos que más se
vendían al público eran los refrescos de cola y los tradicionales El Bimbo y Las Chaparritas
enfriadas generalmente en agua pues el hielo todavía no se conocía.
Las tiendas más populares donde incluso se vendía cerveza y no había ni música como
tampoco pleitos eran las de don Héctor García Herrera, don Guadalupe Villarreal Silguero, don
Cayetano Salas, la de don Gregorio Ruiz, la de don Julián Gordón y la de doña Mariquita
González asi como su hermano don Valentín quien tenía pleito diario con la tienda de don
Bonifacio Gutiérrez que estaba frente de esta.
El único molino de nixtamal que había era el del popular Chavano, quien un día llegó a l
Llera procedente de Jalisco y uno de los típicos personajes mas conocidos por acostumbrar jugar
carreras a caballo con él solo pues arrancaba desde la cafetería de Juan Banda hasta la
Presidencia municipal, se echaba un grito al aire y regresaba para repetir la operación tres o
cuatro veces.
A propósito y si mal no recuerdo aquel doce de marzo de 1947 me encontraba barriendo el
Frente de la casa, contra esquina del viejo palacio municipal, cuando Chavano haciendo reparar
su penco gritó a todo pulmón “ ahora si Guadalupe, este día va a correr la sangre en Llera”
Efectivamente a los pocos minutos comenzó la balacera entre los dos fuertes grupos políticos
que había en aquellos días y que siempre se andaban peleando la presidencia al grado que
generalmente había uno o dos muertos en cada elección, razón por la cual se instaló un pelotón
de soldados en una de las casas de doña Velia Muñiz de Morquecho ubicada en la calle Obregón
esquina con Servando Canales y desde entonces “los agarrones y muertitos” se acabaron, bueno
los causados con puñal o pistolita.
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE

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