Cd Victoria, Tamaulipas.- No saben de administración pública, o se hacen. Ya cumplen casi cuatro meses en el poder y no han definido a su equipo en Tamaulipas.

Un día dicen una cosa y al siguiente cambian de parecer.

Lo único que seguramente han hecho bien es su ingreso a la nómina. Eso no les puede fallar.

Antes de terminar noviembre del 2018 el embajador de AMLO en la tierra cueruda, José Ramón Gómez Leal, “presentó” a cuatro mujeres y otro tanto de varoncitos que, según dijo, serían los subdelegados regionales del gobierno federal pejista.

A nadie le dijeron cuál fue el procedimiento de selección de esos elementos, por aquello de si reunían el perfil para desempeñar la chamba.

En Madero, Elizabeth Cruz Hernández; El Mante, Pedro Castillo Ríos; Matamoros, Silvia Burgos Sánchez; Nuevo Laredo, Heriberto Cantú Deandar; Reynosa, Alejandra Hernández Sáenz; Río Bravo, Mario Eloy Ochoa Garza; Soto la Marina, Julio César Hernández Molina y Victoria, Micaela Martínez Narváez.

Algo hacen mal que no reflejan ante la opinión pública. Pudiera ser que “les falta prensa”. Son introvertidos y como que andan a escondidas. No dan la cara a los medios. Si acaso el gerente JR ha sostenido dos encuentros con los comunicadores.

Hacen lo contrario que su jefe supremo, López Obrador, a quien le ha dado buenos resultados eso de “las mañaneras”. Con voz propia responde a cuestionamientos de los periodistas, despeja dudas y anuncia proyectos.

En cambio sus representantes en Tamaulipas, como los avestruces, esconden la cabeza. Si de casualidad los encuentran los reporteros estos les arrancan alguna declaración. La mayor parte de las veces se valen de redes para “informar” algo a nivel doméstico, su familia y compadres que son “amigos”.

En los últimos días los contrincantes del JR se han dado vuelo exhibiéndolo como un borracho.

Suponiendo que el representante de AMLO no sea un briago consuetudinario, una mentira repetida cien veces se convierte en realidad. Eso debe entenderlo el jovenazo.

No se sabe donde despacha cada quien, si en su casa o alguna oficina pública.

Después de la estructura inicial, ahora sale López Obrador con que los colaboradores de los “superdelegados” serán cuatro, uno por cada “gabinete federal”: Seguridad, bienestar, hacienda y desarrollo económico y energía.

Inicialmente dijo que un solo pala´o coordinaría todas las acciones federales, José Ramón Gómez, que para ahorrarse millonadas. Luego que tendría segundones y ahora que hay “subcoordinadores” con menos atribuciones de las que inicialmente anunció les daría.

Es que aparte funcionarán las delegaciones. Ya se dio la renovación en algunas, IMSS, ISSSTE, Prospera y otras como Autotransporte Federal, Resguardo

Aduanal y Caminos y Puentes, que no estarán bajo la influencia del Superman JR, lo que hace dudar de decisiones serias por parte de la administración federal.

Un simple resumen nos diría que no están organizados y siguen dando tumbos.

Informan que después de los cuatro mandos vienen otros coordinadores regionales, algo así como uno por cada distrito electoral federal. Esto hace pensar que tal estructura solo tiene fines electorales y, su actividad, se reducirá a los programas sociales que son la motivación del voto.

Se me hace que a Mr. JR le hace falta, de urgencia, un “jefe de prensa” que le organice agenda con los medios masivos. Por medio de “feis” no podrá comunicarse con los colonos y productores rurales, que es donde está el “voto duro” morenista. Ahí entran la radio y televisión.

Aparte, para aquellas regiones a donde llega señal de Internet y la gente tiene sus equipos de cómputo, es bien sabido –y tienen que entenderlo los gerentes federales- que las redes no gozan de credibilidad. Escasa gente da como verdad lo que ahí se dice, a diferencia de los medios tradicionales.

López anunció que, en el combate a la inseguridad, dividiría al país en 265 regiones. Aquí no se sabe la delimitación de ellas ni quienes son los jefes. Lo único que conoce el ciudadano es que continúa el baño de sangre, los secuestros, robo de vehículos y otros delitos de alto impacto que quedan impunes.

Algo le falta al equipo pejista en Tamaulipas. Llegaron con “mala estrella” o no se saben manejar.

A los auténticos de izquierda hay que decirles que ya no viven en el clandestinaje de cuando fueron oposición. Ahora son gobierno y tienen que dar la cara, hacer frente a los problemas.

El multicitado JR no le genera confianza a nadie y menos con la fama de borracho que le han creado sus enemigos (otros partidos) o el llamado “fuego amigo” que viene de Morena. Lo quieren correr y no se duda que lo logren. Cohibido y encerrado a piedra y lodo no le sirve a López y menos a su partido.

Ahora que, si tiene preferencias sexuales muy especiales, es muy su bronca personal. Pero lo están exhibiendo y le crea mala fama al equipo que representa.

El balance es que, Don José Ramón, no es el “superdelegado” del pejismo que antes del uno de diciembre nos empezaron a dibujar desde el centro del país. Es tiempo que lo demuestre. Mientras más pasan los meses, más daño le hace al grupo con el que trabaja.

Ya debe salir del clóset de la clandestinidad, dejar las mediocridades, venirse a vivir a la capital, centro del poder político, y ponerse a chambear.

Nadie le va a decir nada si refleja “las mañaneras” de AMLO con la prensa, si se reúne a las seis de la mañana con los responsables de la seguridad pública ¿en dónde están?.

Por cierto, el Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca saludó este miércoles al Presidente López Obrador en Palacio Nacional, al reunirse con los secretarios de la Defensa, General Luis Crescencio Sandoval; de Marina, Rafael Ojeda Durán; Alfonso Durazo, de Seguridad; el Consejero Jurídico, Julio Scherer Ibarra, y el jefe de Asesores, Lázaro Cárdenas Batel, integrantes del Gabinete de Seguridad.