Felinos acaban con ganado en ejidos de Llera..

Por: Alberto de la Fuente Moreno , 24-05-2019 .

LLERA, DE CANALES, TAM.-Leones, tigrillos, leopardos y hasta osos, han diezmado becerros, cabras, borregas, burros y hasta los perros que cuidan los rebaños han sido alimento de los animales de "uña" que recorren ejidos del norte del municipio de Llera.

Habitantes de los ejidos, Lucio Blanco, José M. Morelos, El Tamesí, La Alberca, Rancho Nuevo del Norte, El ébano, La Angostura, y hasta el ejido 2 de Abril, han sufrido bajas en sus hatos ganaderos por estos depredadores y cada día se vuelven más audaces sus ataques, pues se están acercando mas a las casas y corrales en varios ejidos.

Esto, manifestaron, pone en peligro a la población de los ejidos antes mencionados, pues pueden ser atacados por estos depredadores que buscan saciar su hambre con todo lo que se atraviese en sus paso.

Grupos de campesinos de esos lugares manifestaron que han denunciado estos ataque a las autoridades, pero como son especies en peligro de extinción están protegidas y nada se puede hacer para extinguirlos, por lo que ya se encuentran desesperados y enfadados con las autoridades y también con estos depredadores que parece que se están multiplicando, esto por la continuidad de los ataques.

También, el ganado mayor esta siendo diezmado por estos felinos, denunció el propietario del Rancho "Los Monos", en la Sierra Tlaquichera, quien ha sufrido bajas en sus hato ganadero, manifestando que lo ha denunciado y tratado de que se aplique el seguro de los animales, pero quieren que les lleve la evidencia, como son restos y hasta el momento en que son atacados por lo que es imposible, ya que ataca de noche, en el monte y en forma sigilosa, por lo que a veces ni los restos encuentran.

Ni como cobrar el seguro, pues las reglas son muy estrictas y en perjuicio de los campesinos productores, aseguró.

Recientemente, ataco y mato a una yegua que estaba persogada, junto con su crío a escasos cien metros del casco del ejido La Alberca, informó también a este medio el comisariado, Manuel Rico, por lo que asegura que ya se organizan para pedir ayuda a las autoridades, pues temen que ataque a personas.

En el ejido El Tamesí, becerros, cabras, borregas y hasta los perros que las cuidan han sido devorados por los depredadores y no hay quien los ayude por lo complicado de los procedimientos y el burocratismo existente entre las autoridades en este ramo, escudándose en que son especímenes protegidas y pueden tener problemas con la ley si atentan en su contra.

Es en este ejido, intrincado en la Sierra, en donde más ha diezmado ganado menor, por lo que los campesinos ya le buscan comprador, antes que se los acabe el ánimal de "uña", pues ya sin los perros chiveros que también se lo ha comido el tigre, mejor venderán lo poco que queda, aseguró su comisariado.

En otros ejidos, han preferido asumir las pérdidas y no andar haciendo corajes con las autoridades que piden muchos requisitos para acceder a un seguro y paguen estos animales y menos si no están asegurados, ni pa'que denunciar , dijeron.

Mientras el miedo y la zozobra los invade, pero urgen a las autoridades por este medio para que tomen cartas en este asunto, porque después que el animal ataque a los humanos, ellos los gobiernos y sus políticas proteccionistas de animales serán los culpables.

"TRES MESAS", TAMBIÉN CULPABLE DE ESTOS ATAQUES.

Autoridades y habitantes de los ejidos atacados por estos felinos, manifestaron que desde que se empezaron a instalar el "Parque Eólico Tres Mesas", y sus gigantescos aerogeneradores, se removió una gran reserva que era la madriguera de estos ejemplares carnívoros, por lo que ahora se han desplazado por los alrededores de este complejo eólico para buscar la subsistencia.

Varios comisariados entrevistados al respecto coincidieron en afirmar que desde que se iniciaron los trabajos en esta gran reserva de montes, sierras y cañones, por el ruido que generan, maquinas y hombres han visto por los alrededores a estos felinos deambular y acechando a su presas, pues los sacaron de su hábitat.

Desesperadas se encuentran varias familias en estos ejidos que han visto disminuir su patrimonio, pues muchos ni asegurados están y lo mas peor de todo es que no hay solución, por el burocratismo existente que se escuda en que son especies en peligro de extinción y por consecuencia están protegidas y quien los mate, aunque sea en defensa de su vida será procesado y podrían enfrentar una pena de presión hasta por nueve años.

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