Opinión pública

Rodolfo y el estigma de corrupción

Por: Felipe Martínez Chávez, 06-08-2020 .

Cd. Victoria, Tamaulipas.- Vuelve el señalamiento de que parte de la campaña de Rodolfo Torre Cantú para Gobernador, por las siglas del PRI, fue financiada por la corrupción de la brasileña Odebrecht.

Deben aclararse las cosas no solo por la memoria del difunto sino por el estigma que significa para los tamaulipecos en general.

Le dimos una “revisada” y hay incongruencias. La jornada rodolfista se dio hace diez año, en 2010. No ligan las fechas. Enrique Peña Nieto arrancó campaña hasta marzo del 2012, en la cual se desempeñó Emilio Lozoya y luego, ya en el gobierno, fue enviado a Pemex.

Cuando la campaña de Rodolfo, el Presidente era Felipe Calderón, del PAN. El PRI ni pensaba que recuperaría Los Pinos. Torre inició sus movimientos a finales del 2009 y como precandidato del uno de febrero al 8 de marzo de ese mismo 2010.

El victorense fue un tipo demasiado austero. En la jornada de proselitismo hizo aportaciones personales exclusivamente por el uso de su camioneta suburban. La valoración de renta de la unidad se hizo en 419.4 pesos diarios, según la entonces unidad de Fiscalización del Instituto Electoral de Tamaulipas.

A todo se le tiene que dar un valor, incluso cuando alguien dice participar sin un sueldo o paga.

Un dato de Mexicanos Contrala Corrupción dice que la “aportación” de la empresa fue de 350 mil dólares, de los 500 mil que habrían salido para la jornada en Tamaulipas (algo igual que en Veracruz). Alguien se quedó con el resto.

Por esas fechas el tipo de cambio dólar por moneda mexicana rondaba los 13 pesos por uno, es decir, la presunta corrupción sumaba 4.5 millones de tepalcates.

Para la campaña de Gobernador el tope de gastos que fijó el árbitro fue de 71.9 millones, que seguro Torre y el partido no alcanzaron a gastar porque la dispersión principal se da el día de la elección, para “jalar” a votar. Es el pago a los promotores.

En este caso la corrupción –si es que se dio-, pudo representar el 6.2 por ciento del costo de una campaña. Aun en los tiempos actuales, tipo de cambio, 350 mil verdes significan un promedio de ocho millones, que no son factor importante, por ejemplo, para la campaña de Gobernador del 2016 que se cotizó en 103.3 millones de pesos.

A la jornada de Torre Cantú el entonces el Instituto Electoral le aportó 10 millones de dinero oficial procedente del Gobierno del Estado, según el reparto del pastel que hizo el árbitro. Era el partido mayoritario.

En el informe oficial de ingresos de ese mismo año el Revolucionario recibió oficialmente 245 mil 900 pesillos de financiamiento privado, mucho menos que los 789 mil de Acción Nacional, el otro partido principal.

La precampaña de RTC ingresó dos millones 200 mil en efectivo por parte de particulares. Al final le quedaron en caja 99 mil del águila.

El CEN mandó a la campaña 7.5 millones y los militantes aportaron en efectivo 6.6 millones. Rodolfo en lo personal 22 mil 253 por el uso de su vehículo.

Los informes refieren que no gastó en prensa

Rodolfo no alcanzó a llegar a las elecciones, fue asesinado antes. Su hermano Egidio, sin campaña y como premio que le llegó del cielo obtuvo 632 mil votos que lo llevaron al gobierno.

Por aquello de la “reserva y discreción”, no se divulgan más datos de los ingresos y gastos de campaña, de esa época, de la Coalición Todos por Tamaulipas.

En la precampaña sí gastaron lo autorizado por el Instituto 18 millones 511 mil pesos. De la campaña no se sabe si sobró o faltó.

Seis años antes, en el 2005, fue mucho más dinero. El CEN tricolor depositó a las cuentas del Revolucionario en Tamaulipas 20.9 millones, que se sumaron a los once de autofinanciamiento. En total 32.1.

Cabe señalar que en las cuentas de fiscalización, el ahora IETAM multó al PRD y PT por centaveros. Metieron once facturas por gasolina de dos meses antes que iniciaran las campañas, y hasta un mes después de finalizadas. Como es costumbre los líderes se embolsaron la lana.

Justo que se aclaren los hechos que se vuelven a publicitar, no porque se trate de cantidades que mucho signifiquen, sino por el permanente señalamiento que cae sobre los tamaulipecos.

Ya pasaron dos años desde la primera andanada y, los “amigos” de Rodolfo, no han dado la cara para aclarar cosas, o aceptarlas. Si las imputaciones son mentira, deberán defender su memoria ¿no cree usted?.

En otros asuntos, llegan datos del municipio de Guémez en el sentido de que su alcalde, Luis Lauro Reyes Rodríguez, le ha pegado más de la cuenta a la “jarra” etílica porque sabe que va a perder una potencial reelección por Morena.

Tiene muy cierto que, si desde Palacio del 15 en Ciudad Victoria lo apoyaron en el 2018, esta vez se echó la soga al cuello cuando se fue a México a promover un amparo en contra del préstamo de los cuatro mil 600 millones.

Entre las huestes panistas que luchan por al recuperación del municipio, destaca un muchacho llamado Javier Grimaldo, originario del poblado El Carmen. En popularidad le sigue Edgar González, apodado El Tomate. Sin duda el PAN ganará.

En el sector deportivo de la capital, a falta de ayuntamiento e Instituto del Deporte, el licenciado Rubén David Rivera, en lo particular, es el único que se ocupa de desmontar y dar mantenimiento a campos deportivos. Cada semana trabaja en distintas colonias. Un ejemplo a seguir.

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