A él poco le interesa el Estatus Ganadero por el que vive el Sector desde hace ya un buen tiempo.

Lejos de agradecer al creador la suerte que lo arropó, cuando Damaso Anaya fue asignado Rector de la UAT; Antonio Varela camina soberbio y altanero por esos áridos y siniestrados campos agrícolas de Tamaulipas.

Siente que el mundo gira a su alrededor y que los millones que arremanga se los merece.

Por si le faltaran manos orientó hacia los billetes las de su esposa , allá en la Secretaria de Salud.

Entre este Matrimonio existe una sana compatibilidad de caracteres pues ambos saben y adoran el aroma del dinero.

Se frotan las manos y ejercitan sus dedos para hacer más ágil el conteo de jugosas ganancias.

Antonio Varela es un arribista que no merece el Cargo de Secretario de Desarrollo Rural pues allá en su tierra ( Rancho ) suceden cosas extrañas que indican la forma tan burda cómo está enriqueciéndose a lo grande.

En la intimidad saben que son una familia muy bien integrada… pero al Presupuesto.

Si por lo menos el Gobernador volteará un poco hacia el Campo Tamaulipeco ,le bastarían 30 segundos para reflexionar :

En donde quedo ese Tamaulipas semillero del País?

Esos surcos y ese ganado que plasmado en el Escudo del Estado nos enorgullecía?
A Antonio Varela hasta el bigote y sombrero se le ven más falsos que mi Título de Astrónomo .

Y qué pena porque teniendo a Dos Lideres del agrarismo como lo representan Perfecto Solís y Juan Báez nada se le pega a este funcionario de marras.

Ya se fueron varios Secretarios y ni eso lo hace poner sus bigotes a remojar .
El solo humedece el pulgar y el índice de su diestra para contar los fajos de billetes que suman su capital día a día .

Junto a su Esposa hacen una bonita pareja que bailan bajo la lluvia de Dólares y el aroma inspirador de la impunidad.

Antonio y Dora . Dora y Antonio inspiran el humanismo rural de Tamaulipas.
Se ven tan tiernos y amorosos contando billetes y desojando la margarita presupuestal.

Los ojos verdes de ella se encandilan cuando ve los talones y manos agrietadas de un verdadero hombre de Campo.

El, como Terrateniente Moderno le revisa hasta el morral a sus peones .
Antonio y Dora se sienten soñados y bendecidos por Dios.

Frente a frente suspiran maldad y se juran lo mismo por toda una eternidad.
El lamebotas del Secretario , Procopio es un Cómplice más que aprendió a ronronear bien durante estos últimos cinco sexenios.

Sus ojos azulados asemejan a un Gato de Angora que maúlla mentiras y unta su cola larga en las botas de su amo.

Mientras el Campo de Tamaulipas sufre ellos ríen y disfrutan la miel que escurre día a día.

Disfraza su fracaso con la vendimia de hortalizas dos días a la semana ahí en la Torre bicentenaria mientras que su tiendita de productos agrícolas le deja para darle su Domingo a sus vástagos.

Y en donde están quienes vigilan ?

Hasta la próxima.